27 mayo, 2012

Scarborough Fair - Capítulo 7

El mes de junio dejó paso al siguiente. Las temperaturas aumentaron levemente y el sol se dejó ver más de una vez por los parajes ingleses. 
Arely y Dominick cogieron la costumbre de dar un tranquilo paseo por los caminos después de la comida, acompañados normalmente por Ringo, el perro del matrimonio East. 
Vanessa aprendió a coger más soltura en el idioma, y pasaba largos ratos en el pueblo. Espiando a Hassel durante su trabajo en la posada cuando creía que él no se daba cuenta. Su relación tampoco fue a mejor verdaderamente, pero ahí seguía.
A mediados de julio, horas antes de la finalización del ciclo lunar, Vanessa decidió hablar con su protector.

La puerta de la posada se abre, apareciendo una dama burguesa. Hassel echa un rápido vistazo para recibir al nuevo cliente, pero cuando ve de quién se trata, se lo piensa mejor. Vanessa espera a que él tome la iniciativa de ir a recibirla, pero es en vano. Así que se acerca malhumorada al mostrador de la taberna.
-¿Hassel? 
-¿Sí, señorita? – Pregunta en tono despistado.
-Necesito hablar contigo. – Su tono suena preocupado, respondido con un suspiro de agotamiento por parte del chico.
-En primer lugar: no vuelvas a salir sola del castillo cuando yo no estoy, te estás jugando mi cab…
-Me he escapado. – Lo corta rápidamente. 
-… En segundo lugar: todo está bajo control, no tienes por qué preocuparte. – Ya comenzaba a ponerse de mal humor. 
-Pero… hoy es…
-¡Calla! – Hassel agarra el brazo de Vanessa y la arrastra hasta una puerta trasera del lugar. Hace que choque contra la pared y la retiene allí para que no pueda separarse. Las paredes parecen de papel, así que se acerca más a ella para no tener que hablar más alto que un susurro.
-No debes meterte donde no te llaman. – Ya está enfadado. – E intenta mantener la boca cerrada.
-¡¿Qué tono es… - Su grito histérico es detenido por la mano mojada de Hassel en su boca.
-Te he dicho que no grites. – Ella responde con chillidos y bofetadas. Él suspira. - …No tienes remedio. – Al final la suelta, apartándose un poco. La mirada desafiante de Vanessa lo atraviesa. 
-Tú y yo nunca vamos a llevarnos bien, ¿verdad? – Pregunta ella.
-Si sigues comportándote como una niña, por supuesto que no. – Pronuncia unas palabras en inglés por lo bajo para que Vanessa no las oiga y se da la vuelta.
-Espera Hassel. Sólo estoy preocupada, no quiero que vuelva a oc… 
-He dicho, que todo está bien. – La corta de nuevo. – Ahora vuelve al castillo. Y dile a tus padres que tengo que estar trabajando esta noche aquí, necesito dinero para sobrevivir.
Abre la puerta, dejando pasar primero a la doncella. Regresa a su faena de lavaplatos, cuando entonces aparece su sombra de nuevo sobre la barra. 
-Ponme un vaso de hidromiel. 
Hassel está estupefacto. Se ríe.
-No pienso ponerte una bebida alcohólica a ti. Y vete ahora mismo. – Pero ella no está por la labor. Hassel decide ignorarla. 

Vanessa no aguantó más de dos minutos sin que él le dirigiera la palabra, de esa forma tomó la entrada de la posada y desapareció.

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