27 mayo, 2012

Scarborough Fair - Introducción

"Esta es mi historia sobre la canción Scarborough Fair, datada del siglo XII. Espero que os guste."



Un bache en el camino hace que Arely despierte de su profundo sueño sobresaltada. Pestañea varias veces seguidas para conseguir aclarar su vista, comprobando que se encuentra en el mismo carruaje que antes de dormirse. 
Sus padres, sentados con pose vertical y perfecta en los asientos de enfrente, no quitan el ojo de encima a su adormilada hija. La adolescente intenta erguirse con cuidado, pero un peso conocido le impide hacer su voluntad.
-¡Ay! Vanessa, despierta. ¡Qué pesas mucho! – Su hermana melliza le hace oídos sordos y se estira un poco más encima suyo para incordiar, ocupando todo el espacio posible. - ¡Me haces daño! ¡Para!... – Un estirón más… - ¡Auu! 
Miss Kendrik sonríe al ver a sus hijas tan enérgicas después del largo viaje. 
-Venga, niñas, parad. – Tiene ya mucha práctica como para que irriten su paciencia. 
-¡Eso díselo a Vanessa!... ¡Ayy, para ya! – Arely empieza a irritarse, sabiendo que ya tiene malos despertares de por sí.
-Vanessa, deja en paz a tu hermana, anda. – Sr Kendrik lo dice sin ganas, con los ojos cerrados,  pensando que las mellizas ya no tienen edad para ser tan infantiles, pero mantiene sus pensamientos invisibles para no discutir con su mujer.
Vanessa accede al final a las "súplicas" de sus padres y al mal humor de su hermana. Se yergue para recolocarse el ajustado corsé y alisar la falda verde, a juego con sus preciosos ojos infantiles, brillando curiosos por el paisaje que ve entre las rendijas de la ventana. 
-¿Ya estamos en Inglaterra? – Pregunta alegre, como si las horas de sueño no le hubieran hecho ningún efecto. 
-¿Dónde vamos a estar sino? ¿En España? 
-Pues creo que no, porque acabamos de venir de allí. – Responde al tono sarcástico de Arely, y esta finaliza sacándole la lengua sin que su hermana se dé cuenta, está demasiado ensimismada apreciando el bosque que le rodea.
Su madre decide intervenir.
-Exactamente nos encontramos en el condado de Yorkshire, cerca ya de Scarborough. 
Vanessa echa un rápido vistazo al poco cielo que llega a disipar entre las copas de los altos y frondosos árboles mientras su madre da una charla histórica sobre el lugar. Suspira.
-¿Aquí nunca hace sol? – Le corta el discurso sin darse cuenta. Vuelve a soltar aire, demostrando a sus padres la nostalgia que siente por España. 
-No os preocupéis. Pronto os habréis acostumbrado a este clima. Al fin y al cabo, tenéis sangre inglesa, de aquí procedéis. – A Sr Kendrik se le dibujan los dientes en la cara.  Arely se da cuenta. Muy pocas veces ve sonreír a su padre, es el más apagado de toda la familia, pero está feliz de que él se alegre por volver a estar en casa. 
Entonces mira a su madre, ella se percata y le sonríe, Arely le aparta la mirada, avergonzada. Miss Kendrik entiende por lo que está pasando su hija mayor, por lo que decide darle ánimos, cogiéndole de la mano.
-No estés nerviosa, le gustarás. – Ella agradece el gesto, y le sostiene la mano a su madre, apretando más fuerte conforme llegan a su pueblo natal.

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