ERIC
Una sonrisa se me dibujó en aquel instante… debí de haberme imaginado que acabaría siguiéndome.
Parece mentira que haya pasado un año desde aquella noche, cuando tuve que entrenar a una niña asustada de la realidad para protegerla.
Ahora en cambio, todo es distinto. La tengo ante mí y su cabello escarlata se ha transformado, un color azabache lo sustituye, también su longitud es distinta. Su expresión se ha vuelto más dura y sus ojos se han tornado metálicos en vez de delicados, incluso se diría que su constitución ha pasado de ser la de una adolescente a la de una mujer adulta. Ha aprendido a utilizar armas también, en este mismo momento se encarga de comprobar la seguridad de su pistola.
La llamamos 10, incluso ella ha olvidado su antiguo nombre.
Me está mirando con frialdad, yo me río. Todavía no me ha perdonado, o al menos eso intenta demostrarme, pero no la culpo.
9 truca a la puerta, es la hora. Ella reacciona, se acerca hasta mí.
-¿Estás preparada? – Le pregunto. Ella me sonríe.
-¿Y tú?
Chapeau!
ResponderEliminarOtro relato muy bueno. Cada vez escribes mejor y de forma más atrayente.
Sigue sacandole jugo al mundo onírico, ya que es el único enlace de esta realidad con la autentica.
Felicidades de nuevo. Te quiero^^
¡Gracias! Y yo a ti también, ¡ña! -^^-
ResponderEliminarlo voy leyendo poco a poco pues entre los estudios y los niños mas el trabajo solo me quedan unos escasos minutos, pero he de decirte que lo que voy leyendo me gusta mucho : )
ResponderEliminarCELIA
Muchas gracias Celia ^^
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