“Este planeta está muerto por los dioses,
Nuestra osadía nos sentenció sin restricciones.
Queríamos poder, queríamos riqueza, queríamos tesoros,
Sin nada nos quedamos por ser ambiciosos.”
Ojalá vibrara la tierra por el aullar de la campana,
Aun sigo esperando que salga su melodía de la nada…
Desde hace días el cielo es silencioso y oscuro,
Ya no se puede apreciar su azul puro y profundo.
En frente de mí un paisaje apocalíptico,
Imperfecto y solitario, solitario y tranquilo.
No se siente ni una sola presencia,
Tan solo yo, sola e indefensa.
Siempre me imagino al viento acompañado por tu voz,
Susurrando las palabras que deseo oír desde el fondo de mi corazón;
Me dijiste que fuera paciente,
Que me mantuviera segura y aquí presente.
Tenías que buscar ayuda,
Me prometiste que volverías sin duda.
Besaste mis labios y entrelazaste mis manos con penuria,
Sabiendo que esa despedida podía ser la última.
“Espera el resonar de la campana.”
Esas fueron tus palabras exactas.
Por favor, que sus ondas metálicas rompan el incómodo silencio,
Y tú regreses aunque no traigas contigo un remedio.
Que tu fragancia vuelva a cubrir el aire,
Y tu mirada de nuevo a mí mirarme.
Deseo que retornes a mi lado,
No sé si estarás a salvo.
Y ahora, si no llega rápido el retumbar de la campana,
Pronto acompañaré a este mundo por el sendero de la Santa Compaña.
*______________________*
ResponderEliminarMeencantaaa!! *.*
Jajajaja, gracias pauli, me alegro ^.^
ResponderEliminar